El dueño ordenó a los mozos que traten a los maniquís como a cualquier otro cliente y llenen con vino sus copas y les pregunten con asiduidad cómo está yendo la velada.
La perspectiva de un restaurante semivacío debido a las normas para la disminución progresiva del aislamiento obligatorio en el estado de Virginia (Estados Unidos) parece no convencer al dueño del Inn at Little Washington, el chef Patrick O’Connell, que decidió sentar a elegantes maniquís en las mesas sin clientes, cuando pueda volver a abrir, previsiblemente a finales de este mes.
Según informaron medios locales, al dueño de este local con tres estrellas Michelin situado en el pequeño pueblo de Washington (Virginia) no lo convencía la idea de tener la mitad de las mesas vacías durante la primera fase del desconfinamiento en ese estado, por lo que recurrió a un teatro para conseguir los maniquís, que están vestidos con ropa al estilo de la década de 1940.
El cocinero espera que estas elegantes figuras inertes llenen el vacío dejado en algunas mesas por los clientes de carne y hueso, y ayuden a los comensales a sentirse más cómodos durante su visita al restaurante.
Para conseguir un mayor realismo, O’Connell ordenó a los mozos que traten a los maniquís como a cualquier otro cliente y llenen con vino sus copas y les pregunten con asiduidad cómo está yendo la velada.
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Este chef espera que la idea no sea el único atractivo durante la reapertura, pues, según expresó a medios locales, la pequeña localidad donde se encuentra este restaurante, que tiene una población de unos 135 habitantes, no ha reportado ningún caso de COVID-19 hasta la fecha.
En su opinión, esto puede suponer un gran atractivo para atraer a clientes de poblaciones cercanas, ya que la situación no es tan buena en otras muchas partes de Estados Unidos, donde hay casi 1,4 millones de casos y al menos 84.000 muertes, de acuerdo al recuento de la Universidad Johns Hopkins.
EFE.